El miedo y la montaña de arena

¡Buenos días!

Imagina que estas en la playa y empiezas a construir granito a granito una pequeña montaña de arena. Un grano no parece mucho, pero si alimentamos la montaña durante mucho tiempo se hará cada vez más grande y para derruirla, en lugar de soplar tendré que acabar usando mucha fuerza, porque cada grano aumenta el peso y la resistencia de la montaña.

Lo mismo ocurre con los miedos. Si algo que me da miedo no lo enfrento, lo que estoy es dándole un poquito mas de peso e importancia a ese miedo. Cada día, con esos pequeños granitos, hago que ese miedo sea más grande y yo necesitaré cada vez más fuerza para enfrentarlo. El problema está en que cuanto más grande se hace el miedo, más grande es mi sensación de incapacidad ante él. Por eso, es importante dejar de añadir granitos: aunque pueda parecer nimio, la montaña dejará de crecer y poco a poco yo tendré fuerza para ir quitando un grano, luego otro… hasta que la montaña se haga manejable y me sienta capaz de derribarla.   

Si quieres enfrentar tus miedos, puedes buscar un profesional que te acompañe en el proceso.

Un abrazo, Lorena