¡Buenos días!
Bienvenido o bienvenida a mi blog. Supongo que has llegado hasta aquí porque algo de mi página web te ha gustado. ¡Gracias por tu interés!
Como ya has podido ver, soy psicóloga clínica y creo que se me da muy bien escuchar. Sin embargo, no me siento tan cómoda como narradora, por eso para mí empezar un blog es todo un reto. Mi relación con las redes sociales es inexistente, no tengo Instagram, ni Facebook ni ninguna otra. Y eso, en los tiempos que corren, no deja de ser cuestionado (“si no estás en las redes no existes” dicen algunos). Pero para mí, lo importante realmente es el contacto directo con las personas, el contacto cercano, lo que sentimos cuando estamos con el otro. Y todo esto queda muy lejos cuando el contacto es a través de una aplicación o los comentarios u opiniones de otra persona.
Personalmente, hasta la fecha no he utilizado las redes sociales y de momento, no quiero hacerlo. Genial por todos aquellos que sí lo hacen (esto no es una crítica) pero no es realmente lo que yo quiero. Sí me apetece intentar usar este blog como medio de relación contigo, para explicar un poco mejor cómo es mi visión sobre la terapia y cómo entiendo las cosas.
Donde me siento cómoda es en el contacto directo, en poder estar con el otro, en el sentir qué pasa y desde ahí, sí creo que puedo ayudar.
En general, vivimos una vida muy rápida en la que no tenemos tiempo para casi nada y eso hace que en ocasiones no tengamos tiempo para lo importante, para nosotros. Las facilidades que tenemos hoy en día para conseguir todo lo que queremos con un clic y en sólo unas horas nos confunden y creemos que la salud también se consigue con la misma facilidad. Lejos de eso, la salud física o mental no es un sprint sino una carrera de fondo. Y esta carrera debe empezar desde el conocimiento, saber cómo soy, qué cosas de mi persona me están ayudando y cuáles me están limitando. Conocernos realmente es una tarea en ocasiones pendiente pero necesaria.
Cuando alguien se anima a empezar este camino de conocimiento, lo primero es entender que debe encontrar un tiempo para ello, para el autocuidado, para uno mismo. Saber cómo soy realmente me permite jugar mejor mis cartas, gestionando mejor las situaciones que surgen en el día a día, reduciendo el malestar físico y emocional. Y yo estoy encantada de poder ayudarte, si te apetece probar.
¡Te espero!