Los límites y el amor

Buenos días, hoy víspera de San Valentín, quiero hablar de los límites y el amor, porque son dos cosas que en ocasiones no gestionamos de la forma adecuada.

Y quiero hacerlo a través de un ejemplo. Imaginemos una chimenea. El calor es agradable pero si acerco la mano al fuego, me quemo. Y ¿qué hago?.

Mi cubo está lleno

Hola! Empiezo así este texto porque, yo me imagino mi cuerpo por dentro como un gran contenedor en el que van entrando las cosas que nos pasan cada día. En ese contenedor entran las cosas buenas que nos pasan, pero también entra algún disgusto, un enfado con un familiar o amigo, un momento triste…

El camino propio

Imagina que estás en la selva y hay una carrera. Cuando la carrera acaba hablas con los animales y les preguntas cómo hicieron para llegar a la meta. La serpiente te dirá que para llegar necesitas ir arrastrándote. El águila, te dirá que se necesita volar muy alto. El caballo, dirá que necesitas ir a galope.

Las emociones

Hoy quiero hablar de las emociones, porque todos hemos oído alguna vez hablar de las emociones buenas y malas. Las emociones supuestamente buenas, son la alegría, la sorpresa, el amor, la tranquilidad… Entre las supuestamente malas estarían la tristeza, el asco, el miedo, la ira…

El peso del silencio

¡Qué difícil es a veces decir lo que sentimos! Pongo un ejemplo: estoy en casa con mi pareja, hace algo que me molesta y yo, hago como si nada hubiera pasado. Eso que ha hecho me ha molestado pero no lo digo porque no sé cómo se lo va a tomar la otra persona. Prefiero callarlo aunque eso añada más peso a mi silencio.

El proceso de terapia

Siguiendo con la explicación de proceso, me gustaría ahora poner el acento en la capacidad de cada uno para seguir dicho proceso.

Kintsugi

Taza de cerámica arreglada al estilo japonés Kintsugi

En este blog, quiero exponer cómo entiendo yo el proceso de terapia. Y para ello, quiero empezar hablando de una técnica japonesa, el kintsugi.